Es el paciente quién debe ser tratado y no la enfermedad.
No se cura realmente atacando la enfermedad, sino colmando el cuerpo con las hermosas vibraciones de nuestra naturaleza superior, en presencia de la cual la enfermedad se funde como la nieve bajo el sol.
La razón principal del fracaso de la ciencia moderna reside en que trata los síntomas y no las causas.
La salud depende de que estemos en armonía con nuestra alma.
Todo lo que tenemos que hacer es salvaguardar nuestra personalidad, vivir nuestra propia vida, ser el capitán de nuestro propio barco, y así todo saldrá bien.
"El paciente del mañana entenderá que él, y solamente él, podrá liberarse de su padecimiento, aunque pueda recibir consejo y ayuda por parte de otras personas cualificadas que le apoyan en su esfuerzo."
Edward Bach. Conferencia en Southport, febrero de 1931

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